Demian de Hermann Hesse
Me tenía sin cuidado lo que iba a ser de mi. A mi modo, extraño y poco agradable, me encontraba en disensión con el mundo y lo expresaba metido en tabernas y fanfarroneando. Esa era mi manera de protestar, con la que yo mismo me destrozaba; a veces me planteaba la cuestión en los siguientes términos: si el mundo no necesita gente como yo, si no sabe darles otro papel mejor y no puede emplearles en empresas superiores, entonces la gente como yo se irá a pique. Muy bien, que el mundo cargue con eso.
|