El lobo estepario de Hermann Hesse
Al contemplar la cara de los deudos del muerto, que iban trotando detrás del coche fúnebre, tuve este pensamiento: ¿Dónde vive en esta ciudad, dónde vive en este mundo la persona cuya muerte me representara a mí una pérdida? ¿Y dónde la persona a la cual mi muerte pudiera significar algo?
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