Crónica del pájaro que da cuerda al mundo de Haruki Murakami
En aquella oscuridad llena de extraños sobrentendidos, mis recuerdos adquirieron una fuerza desconocida. Las imágenes fragmentarias que evocaban en mí eran prodigiosamente vívidas en cada detalle, tan claras que podía asirlas con la mano. Cerré los ojos e intenté recordar la época en que había conocido a Kumiko, casi ocho años atrás.
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