Tan poca vida de Hanya Yanagihara
Lo que no sabía del éxito era que volvía aburrida a la gente. El fracaso también la volvía aburrida, pero de otro modo. Los fracasados luchaban sin cesar por el éxito. Los que lo alcanzaban también luchaban, por mantenerlo. Era la diferencia entre correr al aire libre o en una cinta; correr era aburrido de cualquier manera, pero al menos el que corría al aire libre se movía por otro paisaje, con distintas vistas.
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