Ritos funerarios de Hannah Kent
Criminal. La palabra se queda suspendida en el aire. Pesada, inmune a las embestidas del viento. Quiero negar con la cabeza. Esa palabra no me corresponde, quiero decirle. No se ajusta a mí ni a quien soy. La mía es otra, esa palabra le corresponde a otra persona. Pero ¿qué sentido tiene protestar por el lenguaje?
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