Ritos funerarios de Hannah Kent
La negrura invade mis pensamientos y mi corazón aletea como un pájaro en el puño de una mano. Incluso si cierro los ojos con fuerza, la oscuridad sigue ahí, y ahora además hay unos temblores espantosos de luz parpadeante. ¿Tengo los ojos abiertos o cerrados? Tal vez ha sido un fantasma lo que me ha despertado.
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