Ritos funerarios de Hannah Kent
Al principio no sabía qué hacían allí todas esas personas, hombres y mujeres por igual, todos quietos y mirándome en silencio. Entonces comprendí que no era a mí a quien miraban. Comprendí que aquellas personas no me veían a mí. Yo era dos hombres muertos. Era una granja ardiendo. Era un cuchillo. Era sangre.
|