Zuleijá abre los ojos de Guzel Yájina
Uno no se puede cortar la cabeza. Y piensa, piensa sin parar, y la cabeza se va llenando de ideas como las redes se llenan de peces.
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Zuleijá abre los ojos de Guzel Yájina
Uno no se puede cortar la cabeza. Y piensa, piensa sin parar, y la cabeza se va llenando de ideas como las redes se llenan de peces.
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