Tres segundos de Guillem Aparicio
Pasé de largo ignorando sus cumplidos y pensando en lo extraño que me parecía que todo el barrio odiara a mi vecino; de toda la gentuza a la que conocía, era de los menos malos. A la mayoría de las personas no las ves venir hasta que no pasa algún tiempo porque se esfuerzan en disimular sus miserias. Pero con Tontolaba, era diferente. Era un malnacido, mezquino, ruin, miserable y un desgraciado, y lo mejor de todo era que se comportaba como tal a todas horas, en todo momento situación.
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