El grafópata de Gonzalo Lizardo
No se escribe novela para "contar" una historia sino para "hacerla real" en la mente de los hipotéticos lectores. La novela es un artefacto hecho con palabras que el lector activa para provocar en sí mismo una emoción que es plenamente real: la piedad, el terror o la risa que paraliza el ánimo cuando se lee, se contempla o escucha una obra de verdadero arte.
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