La bruma verde de Gonzalo Giner
Ahogada por un dolor demasiado vivo, se sintió profundamente aturdida. En poco más de un día su vida había cambiado por completo, y en su cabeza surgían muchas más preguntas que respuestas y más miedos que certezas sobre lo que el futuro le podía deparar. Era la única superviviente de su aldea, había sido capturada por un hombre blanco con ojos color ceniza y noche, y rescatada por una hembra de chimpancé en duelo. Y como resultado de tan increíble situación, ahora formaba parte de un clan en el que se sentía al mismo tiempo protegida y prisionera.
|