El último hombre lobo de Glen Duncan
Todo cambio de paradigma responde a la inmoral ansia de novedad. Como la victoria de Obama en las presidenciales. Como las imágenes de Auschwitz en su momento. El bien y el mal son irrelevantes. Mostradnos que el mundo no es como pensábamos y una parte de nosotros se regocija. Nada está exento. La propia sentencia de muerte suscita pequeños aleluyas demenciales, y la mía en concreto ha sido atrozmente aplazada. Durante diez, veinte, treinta años no he hecho más que cumplir con las formalidades.
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