Estamos ante una novela coral, con intrigas que se extienden a lo largo de varios siglos y que vamos a ir descubriendo de la mano de los personajes. Pasado y presente están bien relacionados y no quedan cabos sueltos. Nos presenta una visión de la iglesia muy mundana, con luchas por el poder y conflictos de intereses. El ritmo me ha resultado irregular. Además, aunque estoy acostumbrada a novelas corales, he tenido algunos problemas para recordar a todos los personajes. Supongo que se debe a que ninguno me llamaba especialmente la atención. El protagonista no me ha convencido y muchas de sus acciones no conseguía comprenderlas. De hecho, me ha costado empatizar con la mayoría de los personajes. Y sé que es una crítica recurrente en mis reseñas, pero… no siempre hace falta una historia de amor. Me ha resultado entretenida, aunque no va a pasar a ser una de mis mejores lecturas. |