El gato de Georges Simenon
Se observaban mutuamente. No tenían necesidad de mirarse. Desde hacía años se observaban de aquel modo, a hurtadillas, añadiendo de continuo nuevas sutilezas a su juego.
|
El gato de Georges Simenon
Se observaban mutuamente. No tenían necesidad de mirarse. Desde hacía años se observaban de aquel modo, a hurtadillas, añadiendo de continuo nuevas sutilezas a su juego.
|