La nieve estaba sucia: 218 de Georges Simenon
Él no tiene compasión. De nadie. Tampoco de sí mismo. No pide ninguna compasión ni la acepta, y eso es lo que le irrita a Lotte, que no deja de mirarle de un modo ansioso y conmovido.
|
La nieve estaba sucia: 218 de Georges Simenon
Él no tiene compasión. De nadie. Tampoco de sí mismo. No pide ninguna compasión ni la acepta, y eso es lo que le irrita a Lotte, que no deja de mirarle de un modo ansioso y conmovido.
|