Las ninfas de Francisco Umbral
"Yo me buscaba modelos en la vida, pero la vida me ofrecía dobles. Un modelo incita, mejora, ennoblece, despierta el sentido emulativo. Pero un doble hastía, desmoraliza y desconcierta. El modelo se elige y el doble te lo imponen. [...] Es lo que pasa, supongo, con los hermanos. Debe ser funesto tener hermanos, que si son superiores a uno, lo anulan, y si son inferiores, lo envilecen con la común mediocridad familiar y cosanguínea. Uno puede elegir, lleno de sentido sadomasoquista, y como animal adorador que es el hombre, los más sublimes modelos humanos de la historia, de la literatura o de su barrio, pero es difícil que uno pueda aprender, tomar o asimilar nada de un hermano, un padre o un pariente glorioso, porque lo tiene demasiado cerca para respetarlo y demasiado lejos (dentro de las familias hay distancias inmensas y secretas) para imitarlo." (Pág.45).
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