Breo: El celta que desafió a Roma de Francisco Narla
Las lanzas destellaron sobre la niebla, entre las llamas. Pero uno a uno. Los nueve. Cantaron. Cantaron apagando el lamento de las cornetas. Cantaron orgullosos. De su es tirpe, de su pueblo, de su gente. Cantaron solemnes. Porque morían peleando por su libertad, porque morían libres y no esclavos. Cantaron, hasta que el acero apagó sus voces. Cantaron la leyenda de aquel que unió a las tribus. |