El curioso caso de Benjamin Button de Francis Scott Fitzgerald
Benjamin se sobresaltó: fue como si una transformación química disolviera y la recompusiera cada partícula de su cuerpo. Se apoderó de él cierta rigidez, la sangre le afluyó a las mejillas y a la frente, y sintió en los oídos el palpitar constante de la sangre. Era el primer amor
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