Cancionero de Francesco Petrarca
Mientras mi corazón de amor ardía por amorosas larvas carcomido, de bella fiera el rastro yo he seguido por yermos y collados noche y día; y, cantando, de Amor yo me dolía, de la que tan cruel conmigo ha sido; mas poco ingenio y rimas han valido a mi joven e instable fantasía. Murió aquel fuego, y hoy yace enterrado: si con el tiempo hubiera ido aumentando (como en más de uno) hasta la edad madura, con las rimas de que hoy me he desarmado, y con canoso estilo, haría, hablando que las piedras llorasen con ternura. |