Cancionero de Francesco Petrarca
Estaba yo mirando fijamente el rostro del que estoy enamorado cuando Amor, cual diciendo "¿qué has pensado?", tendió la mano que es mi amor siguiente. Como pez en la red quedó mi mente donde por bien obrar había llegado, y a lo real no volvió el juicio ocupado, o como en liga pájaro inocente. La vista, que perdió el primer aspecto, como soñando hacia él se dirigía, porque sin él su bien era imperfecto: el alma, entre una y otra gloria mía, yo no sé qué celeste y raro afecto y qué extraña dulzura en sí sentía. |