Cancionero de Francesco Petrarca
Paz no encuentro, y no tengo armas de guerra; temo y espero; ardiendo, estoy helado; vuelo hasta el cielo, pero yazgo en tierra; no estrecho nada, al mundo así abrazado. Quien me aprisiona no me abre ni cierra, por suyo no me da, ni me ha soltado; y no me mata Amor ni me deshierra, ni quiere verme vivo ni acabado. Sin lengua ni ojos veo y voy gritando; auxilio pido, y en morir me empeño; me odio a mí mismo, y alguien me enamora. Me nutro de dolor, río llorando; muerte y vida de igual modo desdeño: en este estado me tenéis, señora. |