Cancionero de Francesco Petrarca
Sé que voy a odiar siempre a esa ventana de donde Amor mil flechas me ha lanzado, porque ninguna de ellas me ha matado: que es morir bello, si es la vida ufana. Pero el quedarme en la prisión humana infinidad de males me ha causado; que, inmortales en mí, más he penado, y aún alma y corazón mi pecho hermana. ¡Mísera!, que debía haber sabido, por tan larga experiencia, cómo al tiempo no hay quien lo vuelva atrás ni quien lo frene. Muchas veces así la he advertido: "Vete, infeliz, que no muere a destiempo quien detrás más serenos días tiene". |