Patria de Fernando Aramburu
¿Ha merecido la pena? Y por toda respuesta uno se encuentra con el silencio de estas paredes, la cara cada vez más vieja en el espejo, la ventana con su cacho de cielo que te recuerda que hay vida y pájaros y colores ahí fuera, para los otros. Y si se pregunta qué hizo mal, responde: nada. Se sacrificó por Euskal Herria. Y si se lo vuelve a preguntar, responde: no fui listo, me manipularon. ¿Se arrepiente? Tiene días de bajón emocional. Entonces le duele haber hecho ciertas cosas.
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