Los niños de Winton de Fabiano Massimi
Me lo había confiado unos días antes, cuando supimos que Stolz, el director del hotel, los llamaba «los niños de Winton». En aquella ocasión, Nicholas se percató de que sí, de que así era exactamente para él: los niños de Winton. Atrapados entre los engranajes de la historia, rehenes de juegos políticos lejanos e incomprensibles, sin nadie que pensase en su bienestar, excepto él.
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