Todavía seguimos aquí: Unas memorias del Holocausto de Esther Safran Foer
[…] a menudo no sabes lo que estás buscando hasta que lo encuentras.
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Todavía seguimos aquí: Unas memorias del Holocausto de Esther Safran Foer
[…] a menudo no sabes lo que estás buscando hasta que lo encuentras.
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Todavía seguimos aquí: Unas memorias del Holocausto de Esther Safran Foer
Entre quienes se ocultaban, había una mujer con un niño de año y medio que empezó a llorar. Aterrorizada de que los descubrieran, la mujer tomó la desgarradora decisión de asfixiar a su hijo.
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[…] debía de saber que yo tenía que ser el sol que brillase para mi madre. Ambas nos protegíamos mutuamente.
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[…] en aquellos tiempos, pensaba con frecuencia: “¿Cómo es que brilla el sol para todos menos para mí?
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Algunos estudios han sugerido que los índices de suicidio entre los supervivientes del Holocausto no eran más elevados que los de la población en general […].
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La definición de vida normal es elástica […].
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En una fotografía vemos lo que queremos ver, o quizá lo que necesitamos ver […].
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Puede que mi nombre tuviera el propósito de mantener viva la memoria de mis abuelas, pero parece que comprendí intuitivamente desde el principio que mi papel consistía en traer alegría.
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Algunas parejas se casaban a las pocas semanas de conocerse […]. “La vida no era normal”.
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[…] seguir vivo después de la guerra no significaba necesariamente haber sobrevivido.
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La idea es que los recuerdos traumáticos perviven de una generación a la siguiente, incluso si esta última no estaba ahí para experimentar directamente esos acontecimientos.
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Las historias transmitidas de una generación a otra modifican nuestro comportamiento […].
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Los hijos pueden derribar muros y abrir puertas para sus padres.
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[…] crecí en una familia en la que los recuerdos eran demasiado terribles para para plasmarse en palabras.
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Los recuerdos no son estáticos; cambian con el tiempo, a veces hasta tal punto que solo guardan una ligera semejanza con lo acontecido en realidad.
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Los judíos tienen seis sentidos. Vista, oído, gusto, olfato, tacto… y memoria.
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La historia es pública. La memoria es personal.
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Se ha dicho que los judíos somos un pueblo ahistórico, más preocupado por la memoria que por la historia.
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”Mataron a tantas personas, a tantos bebés, ¿cómo vamos a recordar todos los nombres?”. Yo no quería todos los nombres. Quería el nombre de mi hermana.
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Todavía seguimos aquí: Unas memorias del Holocausto de Esther Safran Foer
Pertenezco al linaje de los supervivientes del Holocausto, lo cual, por definición, implica una historia trágica y complicada.
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Gregorio Samsa es un ...