El sueño de Paloma Sanlúcar de Ernestina Yépiz
Me queda claro que escribo por insatisfacción, para apaciguar la soledad que me recorre el alma y mantener con vida las ausencias que guarda mi memoria. Al escribir me evado, me escabullo, me defiendo. Escribir me salva, no sé de qué pero me salva. Todos los días necesito ser salvada. Escribir es una forma de exorcizar a los fantasmas y al mismo tiempo encontrarse con ellos, únicamente para constatar que nos somos sino la sombra de alguien más.
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