Kassel no invita a la lógica de Enrique Vila Matas
Tuve la sensación de estar viviendo una vez más el comienzo de un viaje que podía acabar convirtiéndose en un relato escrito en el que, como era habitual, mezclaría perplejidad y vida suspendida para descubrir el mundo como un lugar absurdo al que se llega mediante una invitación muy extravagante.
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