Toda la verdad de mis mentiras de Elísabet Benavent
Ella. Ella le está rodando. Ella ha entrado en su cabeza y amenaza con quedarse. Ella. Esa que ha convertido a Gus en el poeta que no estoy segura de si alguna vez ha querido ser; uno de los que sangra cuando escribe y que no olvida cuando bebe porque, seamos sinceros, el corazón no se emborracha nunca.
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