Un cuento perfecto de Elísabet Benavent
Estaba sola. Sola, solísima. Sola como solo puede estar alguien que ni siquiera se tiene a su mismo.
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Un cuento perfecto de Elísabet Benavent
Estaba sola. Sola, solísima. Sola como solo puede estar alguien que ni siquiera se tiene a su mismo.
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