Un cuento perfecto de Elísabet Benavent
Pues yo no voy a pedirte que me esperes. Tus alas son tuyas, ojos tristes. Solo tuyas.
|
Un cuento perfecto de Elísabet Benavent
Pues yo no voy a pedirte que me esperes. Tus alas son tuyas, ojos tristes. Solo tuyas.
|