La isla del árbol perdido de Elif Shafak
Los lugares donde nacemos conforman nuestras vidas, incluso cuando estamos lejos de ellos. Sobre todo entonces.
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La isla del árbol perdido de Elif Shafak
Los lugares donde nacemos conforman nuestras vidas, incluso cuando estamos lejos de ellos. Sobre todo entonces.
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La isla del árbol perdido de Elif Shafak
Y quiero que entiendas una regla fundamental sobre el amor. Bien, Afrodita nació de la espuma, ¿Te acuerdas? El amor espuma es una sensación agradable, pero igual de superficial. Cuando termina, termina, no queda nada. Siempre hay que aspirar al amor que surge de las profundidades.
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Mis últimos 10 minutos y 38 segundos en este extraño mundo de Elif Shafak
Su padre siempre había dicho que algún día el país sería civilizado e instruido, equiparable a las naciones europeas. «Es imposible cambiar la geografía —afirmaba—, pero sí se puede burlar al destino.»
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Si lloras todo el mundo sabrá que estas viva
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Un fragmento del libro : Desde hacía demasiado tiempo la vergüenza y el remordimiento habían sido sus fieles compañeros, dos sombras que la seguían allá adonde fuera. Sin embargo, de pronto sintió una ira que hasta entonces no había experimentado. Tenía la mente encendida, los músculos del cuerpo tensos con una rabia ardiente que no sabía contener. No quería tener nada que ver con ese Dios que inventaba infinidad de formas de juzgar y castigar a los humanos, pero hacía muy poco para protegerlos cuando lo necesitaban.
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No podía contarle a nadie que tenía la sensación de que con cada hijo perdido se había roto y desprendido otra parte del puente de cuerda que la unía al mundo
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Lucharía contra las convenciones sociales, las opiniones, los prejuicios…, contra el odio callado que llenaba la vida de esas personas como un gas inodoro. Nadie tenía derecho a abandonar el cuerpo de Leila como si esta no valiera y nunca hubiera valido nada.
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D/Alí añadió que por lo general quienes abusaban de la palabra «natural» no sabían casi nada de la Madre Naturaleza. Que se sorprenderían si alguien les contara que los caracoles, las lombrices de tierra y los róbalos negros eran hermafroditas; que los caballitos de mar machos parían; que los peces payaso machos se convertían en hembras hacia la mitad de su vida; que las sepias macho se travestían. Quien estudiara la naturaleza con detenimiento se lo pensaría dos veces antes de usar la palabra «natural».
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En los segundos finales antes de que su cerebro sucumbiera, Tequila Leila evocó el sabor del whisky de puro malta. Era lo último que había pasado entre sus labios la noche en que murió
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Gregorio Samsa es un ...