La soledad con miedo al desnudo de Ela Milito
No está mal. Y no puedo, ya no quiero, alejarme de brazos que quieren protegerme y, por miedo, los escondo dentro de mi pecho. Miro adónde he llegado por haber guardado, y veo las tantas veces que he explotado sin poder contarlas con los dedos de las manos. Veces que sólo resbalaba, resbalaba.
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