La casa de la alegría de Edith Wharton
“¿No comprende -prosiguió- que sobran hombres para decirme cosas agradables y que lo que necesito es un amigo que no tema espetarme las desagradables cuando me convienen?”
|
La casa de la alegría de Edith Wharton
“¿No comprende -prosiguió- que sobran hombres para decirme cosas agradables y que lo que necesito es un amigo que no tema espetarme las desagradables cuando me convienen?”
|