La caída de la casa Usher de Edgar Allan Poe
Durante todo un día de otoño, triste, oscuro, silencioso, cuando las nubes se cernían bajas y pesadas en el cielo, crucé solo, a caballo, una región singularmente lúgubre del país; y al fin, al acercarse las sombras de la noche, me encontré a la vista de la melancólica Casa Usher.
|