El hombre de la arena de E.T.A. Hoffmann
No tema usted nada de un hombre inofensivo que la ha amado con todo el fuego y toda la pasión de un joven y que no supo que la había entregado usted su corazón y que, además, fue lo suficientemente ingenuo como para haberse atrevido a pedir su mano. ¡No!
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