El hombre de la arena de E.T.A. Hoffmann
En definitiva: miraba durante horas enteras fijamente a los ojos de su enamorado, sin levantarse, sin un gesto mientras su mirada se iba volviendo cada vez más cálida y más viva.
|
El hombre de la arena de E.T.A. Hoffmann
En definitiva: miraba durante horas enteras fijamente a los ojos de su enamorado, sin levantarse, sin un gesto mientras su mirada se iba volviendo cada vez más cálida y más viva.
|