Gala de Dominique Bona
Dali se convierte de inmediato en un admirador, un loco de amor, es aún un niño que necesita protección y a Gala le gusta dominar. Tendrá bajo su férula a un hombre como los que a ella le gustan, es decir, un artista a quien brindarle su tiempo, su energía, su concentración como una madre con su hijo, exigente, perfeccionista, pero utilizando con él todos sus poderes de mujer, utilizando su cuerpo, utilizando su hechizo, podrá estimularle, animarle, mimarle, para hacerlo digno de todos sus dones, de todos sus sacrificios.
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