Todo esto te daré de Dolores Redondo
—El feísmo gallego —sentenció Nogueira. —¿Qué? —contestó Manuel saliendo de su ensimismamiento. —El feísmo, esta puta costumbre de hacer todo a medias que tenemos aquí, viene de la tradición de ir dejando trocitos del terreno a los hijos para que se hicieran una casa. Se construían el tejado y las paredes y en cuanto podían meterse dentro se casaban y terminaban de construirla poco a poco... Sin ningún criterio, en muchas ocasiones sin pedir permiso o consultar con profesionales. Un tipo de edificación que obedece más a las necesidades de cada momento que a la estética. El feísmo. |