Todo esto te daré de Dolores Redondo
Con la mirada perdida en la blancura de las hojas se preguntó en qué momento lo había descuidado, había olvidado que la escritura nace de la pura miseria, del dolor inconfesable, de los secretos que morirán con nosotros, porque la magia consistía en insinuarlos sin mostrarlos jamás, sin dejar que la desnudez del alma se convirtiese en pornografía de las emociones.
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