En esta ocasión Diego Leando Couselo me ha sorprendido enormemente con una novela formada por una gran cantidad de relatos escalofriantes que parecen escarbar en las peores pesadillas del ser humano (y me tomo la libertad de generalizar de esta forma ya que hay historias para todos los gustos en materia de sobresaltos). La mayoría de estos relatos no exceden la longitud de una o dos páginas y, sin embargo, cada uno de ellos constituye una obra completa que nos traslada magistralmente a cada lúgubre escenario plasmado por el autor. El libro, aunque se compone de historias completamente autónomas, tiene un leve hilo conductor, el relato de un ser enterrado en vida que con sus últimas reservas de aire narra las historias de horror que nos encontramos en la obra. La trama de este personaje se intercalará a lo largo de la novela y de hecho será la que ponga fin al libro. Por lo demás encontramos historias muy diferentes, sin escatimar en detalles truculentos, la mayoría de ellas mostrando horrores más terrenales (en el sentido de estar perpetrados por personas y no por seres sobrenaturales) pero también las habrá plagadas de terror paranormal y criaturas propias de la imaginación más macabra. Cabe advertir al lector con el estómago delicado que las escenas narradas pueden ser de una gran crudeza llegando quizás a incomodar a sensibilidades especiales. No obstante, aunque la que escribe se haya tenido que tomar algún descanso para respirar de vez en cuando (algo que permite el hecho de que los relatos sean autoconclusivos), es altamente meritorio el grado de terror logrado por cada una de las narraciones. El autor juega con alegorías, tétricas moralejas en más de una ocasión y, en general, logra suscitar muchas emociones en tan escasas líneas. En conclusión, la considero una obra altamente recomendable para todos aquellos amantes de la literatura de terror al estilo más sangriento, descarnado y visceral (en todos los sentidos de la palabra). La manera en que el autor rebusca en las pesadillas más siniestras y recurrentes, y consigue darles una vuelta más de tuerca es sencillamente soberbia e inquietante. + Leer más |