No y yo de Delphine De Vigan
Ahora sé de una vez por todas que no se pueden borrar las imágenes, ni menos aún las grietas invisibles que surgen en el fondo del vientre, que no se borran ni las evocaciones ni los recuerdos que despiertan cuando cae la noche o por la mañana temprano, que no se borra el eco de los gritos y aún menos el del silencio.
|