La chica salvaje de Delia Owens
—¿Recuerdas, cuando leíste tu primera frase, que dijiste que algunas palabras tenían mucho contenido? —dijo un día Tate, sentado en la orilla del riachuelo. —Sí, me acuerdo. ¿Por qué? —Pues que eso pasa sobre todo en los poemas. Las palabras de los poemas sirven para algo más que decir cosas. Agitan las emociones. Hasta hacen reír. |