Esclavos del trabajo es un cómic autobiográfico, basado en la historia de la propia autora. Daria, polaca de nacimiento, llega a Suecia para estudiar en una escuela de cómic. Llega sin papeles, y sin dinero. Para conseguir un trabajo necesita tener papeles, pero para tenerlos, necesita tener un contrato de trabajo. Así de absurda y de discriminatoria es la ley de extranjería. En consecuencia, Daria se ve abocada a trabajar donde puede, bajo las condiciones que sean, y termina trabajando en uno de los restaurantes hindúes del barrio de Möllan, en los que a lxs camarerxs suecxs se les paga más que a lxs extranjeros, y a lxs extranjerxs se les paga menos cuanto menos europexs y menos blancxs sean. Todo esto, por supuesto, sin contrato de por medio y bajo unas condiciones lamentables. En un momento dado, Daria, hastiada de esta situación y de las injusticias que ve a su alrededor, decide informarse sobre los derechos que tiene y unirse a un sindicato para pelear por ella y por sus compañerxs. Y ahí es cuando empieza todo el jaleo. Me ha gustado muchísimo este cómic. Esclavos del trabajo es el recordatorio de que para luchar contra este sistema hay que organizarse y pelear unidxs, con todas las herramientas que tengamos a mano. Que los sindicatos no deberían ser cosas del pasado. Que no debemos conformarnos con lo que se nos ofrece, a pesar del miedo a perderlo todo. Que merece la pena pelear por nuestros derechos y los de todxs. Además, en apenas unas pocas páginas queda completamente al descubierto la violencia y el sinsentido de las leyes de extranjería, que están hechas, por encima de todo, para que nadie pueda migrar y para que quien lo haga, lo haga en condiciones lamentables y no pueda salir del círculo de la precariedad y la "ilegalidad" nunca jamás. En definitiva, que me ha encantado. Me ha parecido un cómic muy educativo con el que queda claro que para conseguir derechos, hay que organizarse y luchar juntxs. + Leer más |