Rebeca de Daphne du Maurier
Me sentía persona de importancia, al fin era toda una mujer. Aquella niña que, torturada por su timidez solía permanecer fuera de la salita retorciendo su pañuelo entre sus manos sin atreverse a trasponer el umbral, mientras oía la confusa cháchara de los invitados, había volado esa tarde con el viento
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