El pasado nunca nos olvida nos sitúa en septiembre de 2002 cuando están desenterrando un avión de combate alemán que se estrelló en 1940.
Vidal Bonet, como experto y responsable técnico del almacén del Sector Aéreo del Prat, ayuda a su amigo Sebastián Acosta en redactar la noticia debido a que Sebastián es un periodista deportivo y no entiende del tema en cuestión.
Un año después su amigo Vidal es asesinado.
Sebastián se ve inmerso en la investigación de la muerte de su amigo Vidal, a la vez, de descubrir que pistas tenia su amigo en relación al crimen sucedido 40 años atrás, debido a que entre los restos del fuselaje se encuentraron restos óseos de una mujer.
Con la ayuda de su amiga Lorena, se verán inmersos en una carrera a contrarreloj para descubrir la verdad de un crimen, que salpica a la sociedad poderosa del Prat.
Nos encontraremos con varios personajes bien construidos y definidos en la novela, pero, nos centraremos en los personajes protagonistas, Sebastián y Lorena.
Sebastián Acorta es periodista deportivo que se ve involucrado en la investigación de la muerte de su amigo, junto con la ayuda de su amiga Lorena.
Lorena Escudero es Guardia Urbana de Barcelona. Amiga de Sebastián y Vidal. Una mujer empecinada en hallar la verdad.
Los protagonistas son dos personajes muy diferentes, pero, complementarios, con sus puntos de unión en común. Ambos son viejos compañeros donde cada uno arrastra su propia historia personal y deciden sobrellevarla de la mejor manera. Así como Sebastián ha seguido viviendo en el Prat, en contraposición de Lorena que teniendo su familia en Prat, decide poner distancia de por medio y reside en Barcelona.
El asesinato de su amigo Vidal es el punto de partida para estos dos amigos, no sólo para su historia personal, sino para descubrir al culpable.
Había tenido el gusto de leer una obra anterior del autor y ya conocía su estilo. Sigue siendo fiel a su estilo sencillo, ameno y directo. Con un ritmo ágil y constante nos presenta una novela negra, donde se observa un buen trabajo de documentación y con descripciones cuidadas.
Estructurada en 70 capítulos no titulados de extensión corta, que se leen de forma rápida. Con una edición cuidada y una portada preciosa, fiel reflejo de la trama de la historia. Os recomiendo pasaros por el Instagram del autor donde podéis ver las localizaciones reales de la novela.
En la novela todo tiene un porqué y un sentido, al igual que el título de la novela en relación a la trama de la historia principal y de sus protagonistas.
La ambientación nos sitúa en el Prat de Llobregat donde nos empaparemos de sus gentes, de su artesanía y de su agricultura.
El autor toma como partida un hecho real que sucedió en el Prat de Llobregat – el hallazgo del fuselaje de un avión alemán, durante una exhibición de 1940 – para darle protagonismo y darle esa relevancia más allá de ser conocida por el aeropuerto del Prat.
Una historia original bien construida con pinceladas de historia del Prat – la suficiente para no aburrirte y a la vez, para querer saber más. Principalmente, no conocía la historia de la Casa del Semáforo o la Caserna de los Carabineros y como dio paso a su integración en la Guardia Civil.
Es una novela que toca varios temas importantes como el bullying y el Alzheimer. Temas que se tratan de manera sencilla, pero, que ahondan profundamente, tanto en los protagonistas como en la historia.
Aunque me queda un crimen sin resolver y con un final algo inesperado, que me sorprendió y espero que el autor lo resuelva con una continuidad.
Nos sumergiremos dentro de una historia con asesinatos, corrupción y muchos secretos que amenazan con salir a la luz.
En definitiva, EL PASADO NUNCA NOS OLVIDA es una novela negra que te atrapa desde el principio y nos puedes dejar hasta su final, donde nos desvela un crimen del pasado por resolver, un secreto oculto y el origen de ciertas fortunas.
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