El crimen de las hermanas Cruz de Concepción Díaz de Ganzo
Sólo las hijas de terratenientes podían permitirse algunas libertades. Siempre bajo la supervisión de sus padres o maridos. Lo extraño era lo que ocurría con Petra. Una mujer, hija de campesinos, que se había empeñado en leer libros y que además se negaba a aceptar las adversidades del matrimonio
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