Nos encontramos ante un libro no muy extenso. Apenas 80 páginas que trasmiten la radiografía de un fin de siglo XIX que, cambios sociales aparte, se asemeja mucho a nuestra época. La autora Clarice Tartufari (Clarice Gouzy antes de casarse) tiene apenas tres párrafos escasos en la Wikipedia en italiano. Además, por ahora, está es su única obra traducida al castellano. Esto también nos dice algo de cómo se trasmiten el conocimiento y las obras literarias. Por todo esto, hoy vamos a hablar de este libro. La historia, muy apegada a un estilo decimonónico, trasmite una amargura general. La mujer protagonista, tras muchos sacrificios familiares, se recibe de maestra (uno de los pocos trabajos que las mujeres podían desempeñar fuera de casa en la época); pero su decepción es mayúscula cuando no encuentra trabajo. Finalmente, es asignada a un pueblo perdido, donde sufre las veleidades de sus dos fuerzas vivas: el alcalde y el párroco. Abandona el lugar rumbo a Milán, bajo falsas acusaciones y el camino se dificulta cada vez más, ya que “su fama la precede”. Aparece en todo el relato la figura de un primo, que no necesariamente facilitará las cosas. En definitiva, nos hallamos ante una novela corta, narrada por una mujer escritora -que también fue maestra- casi olvidada y que gracias a una pequeña editorial como Ardicia recuperamos y leemos con asombro. + Leer más |