Todos los días son nuestros de Catalina Aguilar Mastretta
Quizás estuve diez años sobreprotegiéndolo. Impidiendo que hiciera todo lo mucho que estaba en él hacer. Como si quererme hubiera sido demasiado y mientras hacía eso no podía hacer nada más. Ahora que ya no tiene mi cariño como un ancla, está alcanzando todo lo que estaba puesto en su destino.
|