Pukata, pescados y mariscos de Carmen Salinas Arrojo
Por aquella época era tan estúpido que pensaba que los hombres no lloramos, pero el Moro me estaba demostrando que no era así, que el hombre, el macho, el hombre de verdad, pelea, como hizo él; y si por el camino tiene que llorar llora. Pero pelea.
|