Una maldición oscura y solitaria de Brigid Kemmerer
Hace tiempo creía que la transformación monstruosa era la peor parte de la maldición, pero he aprendido que no lo es. Es esto, el castigo y la humillación constantes. La impotencia para reclamar lo que es mío. Estar forzado a ver cómo cada parte de nuestra dignidad es arrebatada.
|